Álex: Hola, Sandra. ¿Qué tal?
Sandra: Muy bien, Álex. ¿Y tú?
Álex:Yo estoy un poco frustradofrustradofrustrado.
Sandra: Se te nota en la cara. ¿Por qué?
Álex: Pues porque el nuevo videojuego que me he comprado es demasiado fácil. ¿Qué se piensan los diseñadores de juegos? ¿Que todos somos niños pequeños y necesitamos ayuda?
Sandra: ¿Por qué lo dices?
Álex: Pues porque es un juego de lo más simple. En todo momento te está diciendo lo que tienes que hacer para completar las misiones.
Sandra: Bueno, un poco de ayuda nunca está mal.
Álex: Claro que está mal, mi cerebro tiene que trabajar un poco. Yo recuerdo los videojuegos a los que jugaba cuando era pequeño, esos sí que me ponían a prueba. Eran difíciles y tenía que pensar horas y horas para conseguir completar una misión. Ahora simplemente tengo que pasearme por el mapa y ya está, el juego se acaba.
Sandra: En eso tienes razón. Hoy en día, los programadores se centran más en los gráficos de los juegos que en su jugabilidadjugabilidad (f.)jugabilidad.
Álex: Así es. Hacen juegos muy bonitos, con efectos especiales que parecen de película, pero ¿para qué? Son superaburridos. Nadie va a querer jugar a esos juegos.
Sandra: Pues creo que esas empresas ganan millones de euros cada año.
Álex: Porque hacen juegos para ganar dinero, no para divertirnos.
Sandra: Explícame eso, por favor.
Álex: Por ejemplo, los videojuegos de fútbol. Cada año sale uno nuevo, pero el juego es exactamente igual al del año anterior, solo cambian algunos jugadores nuevos y poco más. Y lo peor de todo es que cada uno de estos juegos cuesta más de cincuenta euros.
Sandra: ¿Y la gente los compra?
Álex: Claro que sí, hay muchos fans del fútbol en el mundo.
Sandra: Pues vaya tontería. A mí me gustan los videojuegos sociales. Esos en los que tienes que jugar con tu familia o con tus amigos.
Álex: Sí, esos están muy bien. Yo solía ir a un salón recreativosalón recreativo (m.)salón recreativo que había antes cerca de mi casa. Había un juego muy divertido de bailar. Pasaba horas y horas allí con mis amigos.
Sandra: Sí, recuerdo ese lugar. Ya no hay nada similar en la ciudad, es una pena.
Álex: Estoy totalmente de acuerdo. Ahora la gente prefiere jugar en casa, pero antes nos reuníamos en ese salón recreativo y nos lo pasábamos superbién.
Sandra: Ahora todo es mucho más cómodo, recuerda que hace años nadie tenía juegos en el teléfono móvil.
Álex: Y ahora podemos descargar cualquier juego en cuestión de minutos.
Sandra: Álex, ¿tienes algún plan para el fin de semana? Podemos quedar para jugar juntos a algún juego. Tengo una consola en mi casa y dos mandos.
Álex: Buena idea, ¿tengo que llevar algo?
Sandra: Cualquier cosa, menos esa cara de frustración que tienes hoy.