Miguel: Buenos días hermana. ¿Qué tal has dormido? Estoy preparando creps, ¿quieres?

María: Sí, por favor. Bueno, como mañana es mi primer día de clases, esta noche he soñado que en la escuela han cambiado las normas. Y como el sueño ha sido muy real, ahora no sé qué es cierto y qué no.

Miguel: Dime qué ha pasado en tu sueño, que como yo he acabado la escuela y tengo más experiencia, te puedo decir si es real o no.

María: He soñado que puedo hablar en clase y en los exámenes.

Miguel: No, de eso nada. En las clases se debe estar en silencio y si se quiere decir algo hay que levantar la mano y pedir el turno de palabra.

María: Pues vaya... 

Miguel: ¿Qué más has soñado?

María: He soñado que podemos llegar tarde a clase.

Miguel: Tanto dormir te ha confundido. Hay que llegar a clase pronto y así el profesor no te pone una mala nota.

María: Entiendo. Pero el móvil sí se puede usar en clase, ¿verdad?

Miguel: Me temo que no, tampoco.

María: ¿Se puede jugar con la comida en clase?

Miguel: No. Ni siquiera se puede comer en clase. Solo se puede comer en el descanso.

María: He soñado que, en vez de practicar fútbol en Educación Física, hemos jugado al futbolín sin ropa de deporte.

Miguel: Error, eso nunca ha pasado. Y en las clases de educación física hay que llevar siempre ropa de deporte.

María: Pero al menos, si la clase es aburrida, siempre que quiera puedo ir al baño y hablar con mis amigas.

Miguel: No es cierto, solo se puede salir al baño si es una emergencia, y antes hay que pedir permiso al profesor.

María: Ya veo, entiendo que gritar en clase tampoco podemos.

Miguel: Sí y no.

María: ¿Cómo sí y no?

Miguel: No se puede gritar en clase, excepto cuando cantas en clase de Música.

María: Tienes razón, no lo he pensado de esa manera.

Miguel: ¿Ahora sabes qué puedes hacer y qué no?

María: Me ha quedado mucho más claro todo. Muchas gracias por tu ayuda y por los creps, hermano, ¡están buenísimos!