Sara: Mateo, ¿qué estás haciendo?
Mateo: Ahora no puedo hablar, Sara. Estoy muy ocupado.
Sara: Estás jugando con tu móvil. ¿Ese juego no se puede apagar?
Mateo: No, lo siento mucho.
Sara: ¡Oh, magia! Parece que sí se puede apagar. Tengo algo muy importante que decirte.
Mateo: Dime.
Sara: ¡Nos vamos de intercambio escolar!
Mateo: ¿Cómo?
Sara: Pues eso. Que nos vamos dos semanas a París. ¿Qué piensas?
Mateo: ¿Que voy a tener que cambiar los juegos del móvil por una aplicación para aprender francés?
Sara: Sí.
Mi nombre es Rodrigo Díaz, soy profesor de un instituto de Sevilla. Este año he planeado algo muy especial para mis alumnos. Nos vamos de intercambio escolar a Francia. Planificar un viaje con tantos menores de edad no es fácil, pero todo va a salir muy bien. Lo he pensado mucho y creo que la mejor opción es ir en autobús. Así vamos a poder visitar diferentes lugares en Francia. El viaje va a ser largo, por eso vamos a llevar dos conductores. Mientras uno conduce el otro puede descansar.
¿Cuánto pensáis que va a durar el viaje? Aproximadamente dieciséis horas. Es muchísimo, pero vamos a tener tiempo para hablar y conocernos mejor. He elegido un hotel muy interesante. Es nuevo y está cerca del instituto al que van a ir los alumnos durante dos semanas. Los alumnos van a dormir en literas, es decir, camas que están unas encima de otras. Durante dos semanas los alumnos van a estudiar en uno de los mejores institutos de Francia. Ellos ya han tenido clases de francés durante dos años, por eso creo que van a poder comunicarse sin problemas con los alumnos franceses.
Vamos a aprovechar el tiempo en París. Por las tardes vamos a visitar los principales monumentos de la ciudad. Tengo muchas ganas de ver la Torre Eiffel. Vamos a subir hasta arriba y tomar muchas fotos. También quiero visitar el Arco del Triunfo. La historia de este monumento me parece muy interesante. Otra actividad que vamos a hacer es recorrer en barco el río Sena, que pasa por París. Estoy seguro de que a los alumnos les va a gustar mucho.
Después de dos semanas en la capital francesa vamos a volver a Sevilla. Creo que esta experiencia va a ser muy positiva para los alumnos. Por un lado, van a conocer la cultura de otro país. Por otro lado, van a practicar francés en situaciones reales. Ayer volvimos del viaje.
Estoy cansado, pero muy contento. Los alumnos se lo pasaron genial. Vimos los principales monumentos de la capital francesa, son espectaculares. Probamos comidas diferentes, algunos platos mejores que otros. Pero aquí viene lo más importante: los alumnos aprendieron muchísimo. Hablaron francés durante sus clases y descansos, pidieron cosas en restaurantes, preguntaron por diferentes productos en las tiendas. Aprender un idioma en situaciones reales es lo mejor que hay. Sin duda, voy a organizar este tipo de viajes con mis futuros alumnos.