El paso de la adolescencia a la edad adulta es un momento clave en la vida de cualquier persona. Durante estos años se forma la personalidad y se decide buena parte del futuro de un individuoindividuo (m.)individuo.
En primer lugar, los jóvenes empiezan a darse cuenta de que ya no son niños y descubren sus preocupaciones.
El trabajo, el amor, los problemas familiares, los estudios, los amigos y una larga lista de cosas pasan a diario por la cabeza de un joven. Todo esto influyeinfluirinfluye en la vida y las emociones.
Es una etapa de la vida en la que se aprende muchísimo. Se toman las primeras decisiones importantes de la vida y, por supuesto, se cometen grandes errorescometer errorescometen grandes errores. Lo más importante es aprender de ellos y no hundirsehundirsehundirse en pensamientos negativos.
También es el momento de perseguir sueños. Mucha gente descubre sus pasiones y comienza a dedicarse a ellas a esta edad. Algunos jóvenes acaban convirtiendo sus aficiones en actividades económicas muy rentablesrentablerentables.
La amistad es algo imprescindibleimprescindibleimprescindible a esta edad. Los jóvenes sueñan con tener una gran cantidad de amigos y ser populares. Esto es algo muy positivo que abre un mundo infinitoinfinito (m.)infinito de posibilidades, pero el hecho de ser popular puede ser peligroso si se convierte en una obsesión.
Internet nos afecta, de eso no hay ninguna duda. Los jóvenes son especialmente vulnerablesvulnerablevulnerables en las redes sociales y deben aprender cuanto antes que no se puede confiar en todo lo que se ve en la red.
Pero en esta época también se aprende a organizarse, a pensar en el futuro, a descubrir lo que se puede aprender del mundo y lo que cada uno puede ofrecerofrecerofrecer.
Es el momento de conocer a los demáslos demáslos demás y conocerse a uno mismo.
Todo es posible para un joven, solo debe despertarse cada día con ganas de aprender y nunca dejar de avanzaravanzaravanzar.
Muy bien. Ya hemos visto que la adolescencia es una época difícil de la vida, en la que hay muchos problemas y emociones. Vamos a analizar ahora la conversación que tienen dos jóvenes españoles - Paula y Andrés. Ellos se encuentran en casa estudiando y de repente empiezan una conversación sobre sus preocupaciones en el futuro profesional. Yo no digo nada más. Vamos a verlo dentro video.
Paula: Andrés, aquí dice que el cincuenta por ciento de los jóvenes de nuestra edad no sabe qué hacer con el futuro profesional.
Andrés: Vaya tontería. Eso no es verdad.
Paula: Vamos a verlo. Nosotros somos dos. Yo soy el cincuenta por ciento, ¿estamos de acuerdo?
Andrés: Sí, claro. Y yo soy el otro cincuenta por ciento.
Paula: Pues yo tengo muy claro que quiero dedicarme a la medicina. ¿Y tú?
Andrés: Hmmmm. Yo… Creo que…
Paula: ¿No lo sabes?
Andrés: Ahora no se me ocurre nada.
Paula: Entonces el dato es correcto.
Andrés: ¿Sabes qué otro dato es correcto? Que el cien por cien de los jóvenes de nuestra edad a esta hora empieza a tener hambre. ¿Comemos algo?
Paula: Ese dato también es correcto. ¡Vamos!